Un plan de continuidad de negocio se basa en anticipar los posibles problemas tanto de seguridad como de infraestructura informática que puedan afectar a la capacidad de la empresa para seguir entregando productos y servicios en un plazo y calidad correctos.
Siguiendo el modelo del Instituto Nacional de Ciberseguridad hacemos recomendaciones para hacer más robustos los procesos de trabajo como por ejemplo:
- Analizar qué elementos son necesarios para cada proceso de trabajo tanto tecnológicos como humanos o de proveedores
- Determinar cuáles son los tiempos mínimos de recuperación, importancia de que los datos estén actualizados o los valores mínimos de funcionamiento para el restablecimiento del servicio
- Determinar la probabilidad y el impacto que tiene la caída de la producción en cada área de la empresa.
- Aportar medidas que ofrezcan alternativas de funcionamiento o redundancias que minimicen la posibilidad de parar la producción.
- Establecer procedimientos en caso de emergencia para que cualquier persona de la organización pueda gestionar averías o incidentes.
- Hacer simulacros de catástrofe para probar que el plan de continuidad funciona
- Validar y priorizar las medidas a adoptar con la dirección de la empresa.
En definitiva todas estas medidas de nuestro plan de seguridad 360 para pymes están encaminadas a prevenir cualquier incidente que pueda afectar a su empresa. Creemos que la prevención es la mejor opción en vez de la reacción pero en el caso de que todo falle, le ayudaremos a que la vuelta a la normalidad sea un proceso controlado y breve en el tiempo